2 de noviembre de 2010

La ciudad sigue oscura

Los minutos pasan y mis pensamientos caen deliberadamente hacia el oscuro fondo de mi corazón. Sentimientos pesimistas y tristes me envuelven. La sangre se espesa. La mente sangra apasionadamente. La ciudad sigue oscura para mí.
¿Cuál es el sentido de escribir los secretos de mi ser cuando nadie puede entenderlos? ¿Qué sucede con nuestro mundo cuando las mentes brillantes desaparecen y la ignorancia invade el aire como una enfermedad contagiosa incurable, que puede afectar a cualquiera que se proponga?
En este espacio nadie adopta posturas. Sólo abrimos nuestro corazón.
Me siento perdido en este mundo desierto. Quiero alejarme de todos ellos para darle un respiro a mi alma torturada. No se dan cuenta que hay algo más profundo que ese personaje extrovertido que hace reír. En el fondo, bajo decenas y decenas de kilos de barro, se oculta una personalidad reflexiva. Y triste. Muy triste.
La noche ya cayó sobre mí. Nadie llorará mi recuerdo cuando los deje. Ahora lo sé.
El sol nunca estuvo tan lejano.
En estos momentos desearía estar con mi amor más profundo y eterno. La mar. Extraño enormemente su gloriosa inmensidad, las caricias de las olas envolviendo mis pies. Al recordar la brisa cargada de sal llenando mis pulmones la nostalgia me invade. Te extraño, mar. Sólo vos podés sacarme de aquí. Te pido que inundes mis venas con tu marea alta.
Los astros siempre están presentes en mis reflexiones. Hoy siento que se burlan de mí y de mi desgracia.
Demasiadas frases tachadas. Demasiadas palabras que no aparecen. Pensé que todo mejoraría. Qué ingenuo fui.
Haciendo un repaso de todo lo que escribí, me doy cuenta de que cada vez me voy hundiendo más y más en la oscuridad de la soledad. Espero que esta reflexión sea la última que tenga como protagonista a ese sentimiento tan indeseable. Las líneas que descargué despresurizaron a mi cabeza. Puedo volver a pensar en las pequeñas cosas que me sorprenden.
Otra nueva entrada está terminando. Un nuevo sentimiento vuelve a aparecer en mi horizonte. Si alguien me pide mi opinión sobre la alegría, diría que no existe. Se trata simplemente de la falta de tristeza.
Tristeza. Manos heladas manoseando mi corazón.
Vamos corazón. Despertá. Alejá todo lo malo.
Pensá en lo hermoso de la vida. Y lo maravilloso que es poder compartir nuestras emociones con los lectores. Lo maravilloso que es abrir nuestra mente.
 Desde estas lejanas playas mentales, Maty Presidente

1 comentario:

  1. soy maxi..aguante mente loco!!! vos y tu novia son unos genios..juntos pueden llevar a cabo muchos proyentos..muy buena reflexion..sigan juntos che que van a llegar muy lejos con todo esto:):)

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