23 de febrero de 2011

Luna

Su barco había naufragado.
Esa noche, solo y olvidado,
elevó sus ojos al cielo estrellado
y al ver la Luna quedó embelesado


«Luna hermosa», imploró,
«Ilumíname con tu tez pálida,
Ilumíname, hija del Sol,
dame tu sonrisa más cálida...
Envuélveme en tus brazos transparentes...»


El mar, embravecido.
En las olas, la sal bailaba
entre peces apresurados.


El reloj, detenido.
El viento noctámbulo indicaba
que era el momento de los enamorados.


Amor, pensó el marinero.
Amor, murmuró la Luna.
Ámame mientras espero.
Ámame sin duda.


Y cuando la noche tuvo fin,
su corazón dejó de latir.
La espera sería extensa,
pero esa noche sería eterna...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ATENCIÓN
En la lista desplegable de abajo, elegir "Nomre/url" e ingresar al menos un nombre.
Los comentarios de anónimo no serán publicados.