6 de noviembre de 2010

Una última lágrima

Esta reflexión es algo de lo que piensan muchos, pero que pocos se animan a transmitir. Generalmente, cuando una persona se siente totalmente inestable y siente que no puede hacer nada para poder descargarlo, su única manera es derramando lágrimas hasta cesar el dolor que invade fuertemente su pecho, su corazón.
Hoy, cuando cambiaba enérgica y con total impaciencia la televisión, mi mirada se distrajo con una de mis mascotas. "Violeta", así la apodamos, paseaba por toda la casa, llorando sin parar tratando de encontrar algo. Nadie sabia que era lo que le pasaba realmente. Todos le dimos cariño, mimos, absolutamente todo lo que a una mascota se le puede dar cuando es parte de la familia, pero sin embargo nada la calmo.
Luego me puse a pensar ¿por qué está así? y justo en ese momento supe la respuesta correcta. Mi abuela acostumbra a estar rodeada por ellos, el cariño inmenso que le tienen no se compara con nada. En el día de hoy, ella estuvo ausente por un motivo en particular: un festejo, del cual solo fue acompañada por parientes. Violeta, que hasta ese momento estuvo tranquila, perdió todo rumbo y se puso extrañamente triste.
Mi punto es el siguiente, ¿A nosotros, las personas nos pasa igual? Es tanto el cariño que le podemos tener a alguien, que somos capaces de derramar lágrimas por esa persona.
Mi reflexión capaz que no tenga sentido, pero mis lágrimas si. Tenga en cuenta queridos lectores que las lágrimas son muy valiosas, más sin son derramadas por una persona que realmente vale la pena..

1 comentario:

  1. yo siempre llore y creo q con esto que decis siempre llore por el que no valia la pena..me agrada el hecho de q una chica exprese lo que la mayoria siente..sos fabulosa..transmitis muchas cosas..felicitaciones con el blog :):):):)

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